Inauguración el jueves 4 de diciembre, a las 16:30 h, con visitas guiadas a cargo de las comisarias Cristina Lezzi y Maria Francesca Migliori; entrada libre.

El 4 de diciembre, la Biblioteca Casanatense abrirá sus puertas a una nueva y significativa cita cultural: un auténtico viaje al corazón de la historia del arte y la comunicación. Nos complace anunciar la inauguración de la exposición «De la artesanía al arte (Dürer, Raimondi, Lucas); del incipit al frontispicio», un proyecto expositivo que entrelaza siglos de creatividad e innovación. El evento se articula en dos recorridos temáticos que celebran el poder del signo: desde las excepcionales habilidades de tres grabadores del Renacimiento —Albrecht Dürer, Marcantonio Raimondi y Lucas Van Leyden— hasta la extraordinaria metamorfosis del texto, nacido de la mano del amanuense y multiplicado por la imprenta. Un recorrido que no se limita a exponer obras, sino que se convierte en una ocasión para reflexionar sobre el valor universal del conocimiento y la belleza atemporal del signo impreso en el papel.

El primer recorrido, distribuido en siete vitrinas, pretende destacar y dar a conocer algunas de las obras más bellas e interesantes de tres grandes maestros del arte del grabado: el alemán Alberto Durero, el italiano Marcantonio Raimondi y el flamenco Lucas Van Leyden, todos ellos vividos entre finales del siglo XV y principios del XVI. Tres inmensos talentos, merecedores de haber elevado el grabado en madera y metal a la categoría de auténtico arte, contribuyendo así de forma significativa a la historia del arte italiano y europeo en general. En este contexto, dada la importancia y las indiscutibles y excepcionales habilidades de los tres maestros, se consideró oportuno exponer las obras comenzando por el artista de mayor edad, es decir, Durero, nacido en 1471, pasando luego por Raimondi, nacido entre 1479 y 1480, y terminando con Lucas, nacido en 1494. La exposición ofrece una amplia panorámica de los motivos de inspiración de cada uno de los autores: desde lo sagrado a lo profano, desde la historia al mito, hasta llegar a la «vida cotidiana», se abordan temas como las vidas de los santos y de la Virgen, historias mitológicas y legendarias, escenas realistas relacionadas con los oficios.

El segundo recorrido, distribuido en cinco vitrinas, pretende explicar cómo el manuscrito influyó en la estética y la estructura del libro impreso y cómo la imprenta, a su vez, transformó la concepción misma del texto y del autor. Durante siglos, las palabras nacieron a mano: copiadas, decoradas, transmitidas por generaciones de amanuenses que transformaban cada página en una obra de arte. Luego, en el siglo XV, la imprenta rompió ese antiguo silencio. De repente, los libros dejaron de ser únicos y pudieron multiplicarse. Las ideas podían viajar, cruzar fronteras, cambiar la mente y la vida de las personas. La exposición narra precisamente este momento extraordinario: el encuentro entre la mano y la máquina, entre la lentitud del gesto y la velocidad de la imprenta. Un diálogo que no supuso una ruptura, sino una transformación: los primeros impresores se inspiraron en los copistas, imitaron sus caracteres, conservaron las iniciales iluminadas e intentaron dotar a la página impresa de la gracia y la belleza del manuscrito. Y así, durante un tiempo, el libro impreso siguió siendo un manuscrito disfrazado de novedad. A través de códices iluminados (como el maravilloso Ms. 453 que contiene el De bello gallico escrito por la elegante mano de Bartolomeo Sanvito), incunables (como el misterioso Hypnerotomachia Poliphili publicado en 1499 por Aldo Manuzio en Venecia), cinquecentinas (como un precioso Libro de horas rico en miniaturas impreso en pergamino alrededor de 1533 por el parisino Germain Hardouy) y manuscritos del siglo XVII, la exposición muestra cómo el manuscrito dejó una profunda huella en el arte naciente de la imprenta y cómo la imprenta, a su vez, transformó el manuscrito en sorprendentes productos híbridos: textos escritos a mano pero maquetados como si fueran impresos y, a menudo, enriquecidos con grabados y frontispicios que, hasta entonces, eran ajenos al mundo de los amanuenses.

La exposición podrá visitarse hasta el 13 de marzo de 2026.