Un rollo de vues d’optique del siglo XVIII

 

Viajando a través del tiempo y el espacio en el Siglo de las Luces.

Raro ejemplo de rollo de «vues d’optique», un tipo muy particular de imágenes impresas que, durante el siglo XVIII, se utilizaron en Europa para la creación de espectáculos destinados al vasto y variado público de las calles y plazas, llamados participar en una atmósfera vagamente misteriosa en un viaje de la imaginación cuyas formas y herramientas constituyen una clara anticipación del espectáculo cinematográfico. Las láminas, realizadas con técnica de grabado y adecuadamente preparadas mediante tallas, perforaciones y contrafundaciones, representaban episodios bíblicos, hechos históricos, paisajes y temas alegóricos y se presentaban al público dentro de dispositivos ópticos de estructura extremadamente simplificada, en su mayoría cajas de madera equipadas con de aberturas o puertas que se pueden abrir, de lentes y espejos para refracción y de velas para iluminar las imágenes.

Conocidas bajo el evocador nombre de «nuevo mundo», estas máquinas gozaron de un gran éxito especialmente en el contexto veneciano, donde se presentaron, primero en las plazas y luego en los salones de la buena burguesía, montadas sobre pedestales y cuidadosamente pintadas con diseños refinados. ambos en el exterior, dotados también de un panel plegable en el que se fijaba el programa del espectáculo, que en el interior solía estar forrado con papeles pintados con figuras recortadas que representaban los escenarios y el público de un público de teatro simulado. Un simple cambio de fuente de luz permitió una visión doble con un fascinante efecto día-noche. El espectador, que asomaba a través de aberturas circulares situadas en el frente y/o en los laterales del nuevo mundo, era proyectado en un espacio cerrado y oscuro desde el que se le daba acceso a las realidades más diversas y lejanas. La forma casi iniciática de acceder a la visión y la presencia en el interior de la caja de luces artificiales, espejos y lentes biconvexas, capaces de producir sorprendentes efectos de transparencia y tridimensionalidad, tuvieron un efecto inmediato de alejamiento de la realidad contingente y contribuyeron a crear sensaciones. de asombro y emoción en el público, estimulado aún más por las palabras del ladrón que, con un sistema de rodillos o cuerdas, hacía deslizar las imágenes a través del dispositivo.

El ejemplar casanatense, cuya rareza viene dada tanto por el excelente estado de conservación como por la menos habitual forma de volutas de la presentación de las imágenes en hojas sueltas, procede de Ausburgo, ciudad que compartía con París, Londres y Bassano la exclusividad de este tipo de producción. Adquirido en muy buen estado de conservación y por tanto sometido a una restauración delicada y mínimamente invasiva, destinada esencialmente a restaurar pequeños huecos o laceraciones y reforzar los márgenes, mide 31,31 m de largo por 0,37 m de alto. Originalmente estaba envuelto alrededor de un ombligo de madera cubierto con papel tapiz en cuyo borde final se pegaba un trozo de papel que indicaba en secuencia los temas de los grupos de imágenes.

El conjunto está compuesto por una hoja inicial de papel grueso teñido de negro, en la que se puede leer una inscripción en letras góticas rodeada por un marco, ambos realizados con el método de perforación, y 69 grabados de aproximadamente 275×410 mm cada uno. Cada grabado está rodeado por una cenefa, también de papel negro, de 40 mm de alto en la parte superior, 60 mm en la inferior y 55 mm de ancho en la parte interna, en la unión de dos imágenes. Todos los grabados están cortados a ras de la parte ilustrada y por tanto carecen de título e indicaciones de autor y editor, pero en el reverso de cada uno aparece la numeración progresiva del 1 al 71 (faltan los nº 57 y 58) y un pie de foto. en alemán en relación con el tema representado. Las leyendas, escritas con tinta negra y aparentemente todas de la misma mano, se remontan al período de montaje del rollo, es decir, la segunda mitad del siglo XVIII; las diferencias que se notan en algunos casos en la caligrafía pueden atribuirse a distintos momentos de la escritura, salvo los grabados numerados 10, 11, 13, 14, 21, 37 en los que aparecen añadidos, con una caligrafía diferente y aparentemente posterior, escrita en transcripción optimista del título. La coloración de los grabados es acuarela, en brillantes tonos rojos, amarillos, azules, verdes, negros y es muy cuidada en la ejecución, con el uso sólo ocasional de máscaras. Todas las placas están preparadas para la visión nocturna mediante tallado, punzonado y taladrado y recubiertas de seda de varios colores, en algunos casos reforzadas con pinceladas, y de malla negra para simular rejas y barandillas.La identificación de los lugares de producción y de la serie a la que pertenecen las estampas se vuelve problemática por la absoluta falta de inscripciones, pero la comparación con repertorios y catálogos, así como con los pocos ejemplares encontrados completos y con márgenes, permite ubicarlos en el área alemana, más precisamente en Augsburgo, considerando también la presencia recurrente de imágenes de la ciudad en la secuencia. En particular, el examen directo de las hojas intactas permitió determinar la procedencia de las planchas marcadas con números del taller del editor de Augusto Georg Balthasar Probst. 1-4 (Historias de Adán y Eva), 10-16 (Planetas), 17-19 y 23 (de la serie Maravillas del Mundo), mientras que ambos para la serie dedicada a la ciudad de Turín, compuesta por 6 grabados ( núms. 39-44), que para las cinco vistas de Lisboa (núms. 34-38) hay que tener en cuenta que los mismos temas aparecen en los catálogos de la imprenta Remondini, circunstancia que sin embargo no es probatoria dada la aptitud de los editores Bassano para copiar material ajeno.
Los temas representados pueden dividirse en grupos, pero los distintos temas no se suceden según una secuencia lógica, sino que simplemente están colocados uno al lado del otro: por ejemplo, a los relatos del Génesis les siguen alegorías de los sentidos, las opiniones de los europeos Las ciudades preceden a otras historias bíblicas, por lo tanto sin un orden previo.

El pergamino fue presentado y expuesto al público en 1995 en una exposición titulada Ver viajes comisariada por Iolanda Olivieri y Angela Vicini Mastrangeli.

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CATÁLOGO – Verviajes: un rollo de imágenes ópticas del siglo XVIII editado por Iolanda Olivieri y Angela Vicini Mastrangeli. Roma, De Luca, 1994