por Francesca Rocchi
Desde la primera mitad del siglo XIX, los anaqueles de la Biblioteca Casanatense albergan el ms. 615, un precioso códice que, abarcando un periodo de tiempo que va desde finales de la Edad Media hasta los albores de la época napoleónica, da testimonio de un corte transversal de la historia de uno de los gremios más antiguos e importantes de Urbe, el de los venteros y taberneros.
El Ms. 615 puede considerarse con razón un unicum, ya que contiene los estatutos originales del gremio junto con un gran número de documentos de diversa índole, como confirmaciones y aprobaciones originales de senadores y conservadores de Roma, firmadas por protonotarios y notarios; inventarios, copias auténticas de peticiones, documentos papales(motu proprio y brevi), escudos cardenalicios y miniaturas a toda página, todo ello estratificado a lo largo de tres siglos (1481-1780).
Los gremios romanos estaban bajo el control del poder público de la Santa Sede, hasta el punto de que se beneficiaban del protectorado de los cardenales, y la esfera espiritual era tan fuerte que se colocaban bajo la protección de los santos patronos. Cada gremio tenía su propia iglesia o capilla como lugar de reunión, en la que solía guardarse el Liber statutorum del gremio, es decir, una colección de normas deontológicas, de comportamiento y de organización necesarias para regular el trabajo de los gremios.
Si bien el Liber statutorum de la Corporazione degli osti e tavernieri di Roma constituye la parte más importante del Ms. 615 (en realidad hay dos proyectos de estatutos presentes, fechados en 1481, cc. 1r-25r, tabla II, y 1586, cc. 56r-64r), va acompañado de una miscelánea de documentos, poco estudiados, que ofrecen ideas estimulantes para la investigación, sobre todo desde el punto de vista paleográfico y diplomático.
Hay que recordar, en efecto, que las confirmaciones y aprobaciones firmadas por los protonotarios y notarios romanos constituyen un rico archivo al que se puede hacer referencia sobre las figuras de los senadores y conservadores de Roma, que, desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVIII, firmaban documentos individuales, colocando bajo el papel sellos propios o del Senado romano.
De la investigación codicológica surgieron datos muy interesantes, algunos de los cuales permitieron reconstruir la historia del manuscrito.
Se trata, pues, de un códice compuesto y organizado (cronológica y lógicamente), formado por 123 papeles membranosos y empapelados, muchos de los cuales se dejaron en blanco.
Un análisis en profundidad de la estructura del volumen ha revelado hasta quince unidades textuales autónomas en su interior, lo que pone de relieve su compleja compaginación, que sólo se realizó a finales del siglo XVIII durante la fase de encuadernación, probablemente por el encuadernador Giovanni Gorini, que habría reunido esos mismos papeles en su día sueltos.
Los textos del códice se escribieron a lo largo de un periodo de tiempo muy prolongado, utilizando distintos tipos gráficos.
La paleografía latina delimita tradicionalmente su campo de investigación en torno al siglo XV, con la littera antiqua y la cancelleresca italica, situando las escrituras difundidas durante el siglo XVI en un territorio «inexplorado» y muy debatido, sobre todo en cuanto al alcance de su definición.
De hecho, se trata de escrituras «híbridas», es decir, no canonizadas con fuertes tendencias gráficas «personales»: caracterizan gran parte del Ms. 615, como la semigotica delle carte (Tabla VII), la cancelleresca italica (Tabla X) y la bastarda italiana (Tablas XIV y XIX), según la definición de Giorgio Cencetti.
También hay escrituras canonizadas y librescas, como la gótica italiana, conocida como rotunda (Tablas II y III) y las escrituras manieristas utilizadas a mediados del siglo XVIII por calígrafos expertos (Tablas XVI y XX).